Con la máquina limpia, el primer paso para la
elaboración de una buena taza de café pasa por el molido del café. Es
este un punto de crucial importancia que determina el resultado final.
El molido necesario puede variar en virtud de diversas variables. En
ocasiones será necesario moler más el café, hacerlo más fino, y en otras
ocasiones, el café molido deberá ser mucho más grueso.
¿Cómo
saber si el punto de molido es el adecuado? Imma Vila, que pertenece al
Club del Barista e imparte cursos de especialización en Cafés Cornellà,
apunta que la taza correcta se realiza cuando en 25 segundos caen 25
mililitros de café en la taza, esto es, que en ese tiempo se llene la
taza hasta aproximadamente la mitad de su capacidad. Si en esos segundos
no se llega a esta cantidad, el molido del café es demasiado fino y
dificulta el paso del agua. El café resultante será espeso y cargado.
Por otro lado, si en menos de 20 segundos se alcanzan los 25 mililitros
el molido del café es excesivamente grueso y la taza resultante será excesivamente aguada.
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